Tal es así, que luego de fructuosas reuniones con los vecinos, y gestiones realizadas ante diferentes organismos del Estado, la Secretaría de Vivienda y Desarrollo Urbano, a cargo de Octavio Gutiérrez, se encuentra ejecutando la primera etapa de un barrio compuesto por las primeras 15 viviendas en la zona conocida como “La Planchada”, en la Villa de Pirquitas, Fray Mamerto Esquiú. Asimismo, y por estos días, las modernas construcciones que albergarán a las familias olvidadas por años presentan un importante avance total de más del 85%, lo que significa que los trabajos tanto de hormigón armado como de mamposterías ya superaron el 90%, mientras que los trabajos de revoques se aceleraron alcanzando el 80% del total a realizar. De igual manera, tanto las instalaciones eléctricas, de agua y sanitarias como la colocación de puertas y ventanas así como la construcción de contrapisos ya superaron el 70% de avances.
SolHabitat
El barrio que se construye consta de viviendas SOLHABITAT, y se trata del segundo barrio en la provincia que cuenta con casas modelo de tipo ecológicas y que brindan múltiples beneficios para quienes residen en ellas. “Las viviendas que nosotros construimos son viviendas sociales, gratis, no se debe pagar nada por ellas y presentan características ecológicas únicas”, explicó el secretario Gutiérrez tras resaltar que “este será el segundo barrio con viviendas de este tipo”, enfatizó.
El nuevo barrio de viviendas con características ecológicas se realiza sobre terrenos fiscales viables cedidos a las familias por el Estado Provincial, con el único fin de que los beneficiarios tengan la mejor calidad de vida estarán provistos de los servicios adecuados, un detalle no menor que distingue a la Gestión Corpacci ya que durante años se entregaron barrios donde los adjudicatarios debían gestionar el acceso al agua, la luz, la cloaca, el asfalto, etc.
Dos generaciones
Los trabajos de relevamiento social realizado por el equipo de la secretaría a cargo de Gutiérrez constataron la existencia de familias compuestas por dos generaciones. “Algunas madres habían criado a sus hijos en la escuela y a la vez ya eran abuelas”, afirmó Edith Cisneros, asistente social de la Secretaría de Vivienda. La profesional a cargo de los casos relevados también comentó que el estado de conservación del añejo edificio no era apto para habitar y recordó sorprendida que “las familias hicieron de las aulas sus hogares pero estaban totalmente hacinados”, dijo sin olvidarse de comentar que quienes pudieron tener acceso a materiales de construcción edificaron subdivisiones dentro de las mismas aulas para una vida as privada, adaptaron los espacios dentro de las aulas para improvisar cocinas a gas o construyeron sus baños propios. “Pero el resto de las familias realizaron subdivisiones de los espacios con muebles, nylon y cañizos, como se ve en la foto, y comparten comunitarios los baños de la escuela, de donde todos se proveen del agua que consumen para tomar o cocinar”, explicó Cisneros.
Así, y en poco tiempo más, la vida del conglomerado cambiará. Cada una de las familias será propietaria de una vivienda Solhábitat propia que cuenta con dos dormitorios, cocina comedor, baño totalmente instalado y lavadero exterior, donde se les podrá enseñar a los más pequeños de cada una de las familias que todo ser humano tiene derecho a vivir dignamente.