Luego de que los animales fueran secuestrados por el personal de la Secretaría se llevó a cabo la incineración, dado que los ejemplares no podían ser donados a comedores u otros establecimientos ya que no garantizaban el estado para su consumo. De este procedimiento participó también personal policial de la zona, corroborantes del hecho.
Labradas las Actas de Infracción, se invitó a los cazadores a presentarse en las oficinas de la Secretaría de Estado del Ambiente a realizar sus descargos y regularizar su situación.
Así mismo, Inspectores de la Dirección de Fiscalización se hicieron presentes en la feria artesanal que se realiza todos los fines de semana en la ciudad de Andalgalá donde lograron secuestrar un cuero de taruca (especie nativa amenazada y declarada monumento nacional histórico) el cual fue puesto a disposición de la Dirección Provincial de Biodiversidad.