Al mediodía miercoles, cuando el fuego acechaba y el humo todo lo envolvía , intentó escapar pero no pudo.
De inmediato llamó por teléfono a Germán Sosa, un bombero voluntario del cuartel de Alta Gracia, quien trató de contenerlo y calmarlo.
Ya habían mantenido varias charlas telefónicas y estaban expectantes por las dudas tuvieran que evacuar.
Cuando la situación se hizo insostenible y el bebé empezó a desvanecerse por la falta de aire, Almada le dijo que iba a salir como sea. Pero no pudo.
“Cuando intenté salir el humo y el fuego me impidieron salir y el bebé se me desvaneció y en un momento le dije: yo me voy a cruzar el río. Estaba desesperado”, contó Almada.
La desesperación se plasmó en un mensaje de texto que le decía: "No podemos salir por el fuego".
El bombero, que ya estaba cerca del lugar, volvió a pedirle paciencia y venciendo el humo y las llamas, que estaban cada vez mas cerca, entró y rescató a Almada , su esposa y el bebé.
Hoy, el puestero recuerda el episodio como uno de esos que " se viven nada más que en las películas” y una sana tranquilidad lo invade al rememorar el rostro del bombero que se convirtió en su salvador.
Fuente: Cadena 3