En un escenario en el que escasean las certezas, lo único claro es que la pareja llegó a destino: ellos mismos lo confirmaron apenas pisaron suelo brasileño.
La preocupación comenzó durante la semana, porque los familiares del matrimonio trataron de comunicarse con ambos y nunca recibieron respuesta, pese a que los dos llevaron sus teléfonos móviles.
La desesperación de llevar cuatro días sin saber cuál es el paradero de la pareja provocó que los padres del joven viajaran a Río de Janeiro, donde se encuentran instalados; desde allí, Susana Lorenzo, madre de Ezequiel, contó al diario Puntal que aún no tuvieron ningún contacto ni una pista para ubicar a los jóvenes.
La situación ya fue denunciada ante la embajada argentina, que dio aviso a las autoridades brasileñas, y estas comenzaron una intensa búsqueda con la policía local. Por el momento gana el misterio. infobae.com