Una de esas propuestas es la que funciona en la zona de Playa Grande, "Mar del Plata School".
"Más de 500 chicos vienen de lunes a viernes de 9 a 12.30 a la colonia", a los que se suman "un promedio de otros 200 por mes que vienen de vacaciones desde otras partes del país", contó Tomás García Castañón, profesor de surf de la escuela de verano.
La colonia ya tiene "siete años de existencia y cada año es más concurrida" por chicos de la ciudad y los que llegan para veranear, dijo el profesor.
La colonia ofrece clases de surf, actividades recreativas y de esparcimiento: "hacemos entradas en calor, saltos, juegos en la arena, limpieza de playas, salto en soga, skate", detalló.
"En otras ciudades -apuntó- las colonias se hacen en plazas, clubes y parque. Aquí se realizan junto al mar y los chicos, además de poder desafiar a la olas todos los días, cuentan con charlas de miembros policiales, bomberos y enseñanza de primeros auxilios".
Allí hay "profesores y auxiliares que de manera constante coordinan las tarea con los chicos. Y en los días nublados jugamos al ajedrez, vemos documentales, películas, realizamos juegos de mesa y búsquedas del tesoro, por ejemplo", explicó.
En Mar del Plata funcionan unas siete escuelas de surf, pero son muy pocas las que cuentan con colonias; éstas se hallan en la zona norte de la ciudad: Playa Cadriel, Punta Mogotes, Playas del Sur y Varese.
"Cuando terminé las clases le dije a mi papá que me anote en esta colonia, porque es divertida. Me encuentro con mis amigas y compañeras del cole, tomamos clases de surf y jugamos en la arena", contó a Télam María, una nena marplatense de 10 años.
El mal tiempo no es obstáculo aquí para disfrutar del verano: "los días de lluvia venimos igual porque los profes nos dan juegos de mesa, pintamos, dibujamos lo que vemos por la ventana y armamos rondas de charlas con todos los chicos", describió Martina, que también reside en la ciudad.
La opción también resulta atractiva para Francisca, de 13 años, que vive en Capital Federal y llegó de veraneo a la casa de sus abuelos. "Me animé a aprender surf y me anoté en esta colonia", contó.
"La idea era poder subirme en un tabla surf, pero luego de lograrlo es muy divertido además poder hacer recreación con chicos de la ciudad y de otras partes del país que vienen de vacaciones y se quedan como yo toda la temporada", relató.
Mientras su familia observa de lejos el desarrollo de los juegos en la arena, Francisca habló de su experiencia en la colonia: "Al principio creí que ni a la tabla me podía subir, pero esta idea de estar en grupo me está gustando, así que espero poder volver la próxima temporada", dijo entusiasmada.
Entre juegos, canciones y meriendas que se ofrecen en el lugar se divertían Juan Pablo, Segundo, Luca y Santiago, cerca de cumplir los 14 y amigos desde la infancia que desde hace dos años van a la colonia.
"Traemos los skates para recorrer de un lado a otro las escaleras y ondulaciones que hay en las veredas de acceso a los balnearios", explicó Luca, para quien "lo malo es que hay que levantarse temprano para estar a las 9" en la colonia.
Resignado con el horario, Luca reconoce que lo bueno es que "aprendemos nuevas técnicas de surf, aprovechamos la pista de skate y preparamos juegos como tareas de supervivencia, carreras de embolsados y juegos que nos divierten".
Fuente: Télam
