El inmenso espejo, ubicado a 300 kilómetros de la capital santacruceña, "se forma en los inviernos en la Bahía Redonda y su escasa profundidad, que no supera el metro, hace que se congele totalmente y que soporte incluso el peso de los automóviles", detalló a Télam el secretario de Turismo de El Calafate, Alexis Simunovic. (Télam)