En referencia a lo que señalaba este padre de familia, se supo que ese mismo día que se enfermó su niño, en la localidad de Antinaco –ubicado en la zona de la herradura-, también un niño se había enfermado de gravedad, por lo que su padre tuvo que pagar más de $200 pesos un auto particular para que lo trajera de urgencia hasta Fiambalá, sumado a ello los gastos de remedio. Por suerte pudo ser estabilizado su estado de salud.
Las inconclusas promesas del gobierno y punteros políticos que alardean con sus cargos, parecen no dar una solución a una población de más de dos mil habitantes, sumado a ellos las poblaciones cercanas que hace mas de un año que no los visitan ningún profesional médico.
Desde el A.P. N° 10 se especula con este tema con idas y vueltas, al parecer para favorecer algún profesional para que trabaje en forma particular, lo que significaría mayores ganancias.
Otro de los temas que se comenta, es que ningún médico pretendería trabajar en Palo Blanco, porque desde el gobierno no les pagan lo que corresponde y –al parecer- la casa destinada para esos facultativos no querría entregarla la ex medica de ese lugar y actual directora del A.P. N°10, Dra. Sofía Bellido.
Lo cierto es que en la actualidad Palo Blanco no tiene medico desde hace varios meses, no cuentan con ningún medicamento, la mayoría de los enfermos se los deriva a Fiambalá, las enfermeras trabajan “como pueden” y el edificio de esa posta sanitaria se cae a pedazos con escasa capacidad de albergar a varios enfermos.
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