Los sueldos que no se abonan en varios sectores de la sociedad, hacen que las personas estén con pocas esperanzas.
Las fiestas están cerca, son momentos especiales y el dinero no alcanza, estas festividades estarán teñidas, por hogares en que no habrá ni siquiera un pedazo de pan para comer. Los despidos masivos que hubo en estos últimos tiempos y que nadie nombra como si fuera pecado decir estoy fuera del sistema, fueron bastantes.
Pero el gobierno provincial, dice que estamos bien, no sé en que planeta viven, les preguntaremos a ver si podemos asistir nosotros también.
No queremos ser pesimistas, pero la realidad nos golpea fuerte en este tiempo, rogamos a nuestro Dios que el año venidero sea mejor, que el que se va.