Precisamente estuvimos realizando un balance en el cierre de gestión y fue positivo. En 2004, la gestión se inició con 84 pacientes y hoy tenemos 34. El resto se ha ido curando con sus tratamientos respectivos, por lo tanto hubo en una franca disminución”.
Según Orellana, la provincia se encuentra por debajo de la media nacional en esta materia. Los casos que hay, sostuvo, se están tratando perfectamente con el aporte de todos los medicamentos, el seguimiento con la obra social y con una asistencia médica de tratamientos supervisados.
“De ninguna manera hay notificación al respecto, teniendo en cuenta que se trata de campañas nacionales para incentivar el diagnóstico temprano de la TBC, pese a haber un rebrote mundial. Es importante saber que es una enfermedad que está ligada a los factores socio-económicos de un pueblo. Allí donde hubo una disminución hay mayor vulnerabilidad de adquirirla porque está relacionada con la pobreza. Por suerte estamos bien posicionados dentro de panorama nacional. Los pacientes están diseminados en todo el ámbito de la provincia; la mayor parte está en el área central y en la zona de Belén”, remarcó.