El mismo Santo Padre Francisco presentó las intenciones de oración para este momento importante de súplica.
Se rezará por la Iglesia difundida en todo el mundo, que el Señor la haga cada vez más obediente a la escucha de su Palabra y que esta Palabra que salva pueda resonar brindado misericordia, consuelo, alegría y serenidad. El Santo Padre pide también que se rece por cuantos en diversas partes del mundo sufren las nuevas esclavitudes y son víctimas de las guerras, trata de personas, narcotráfico y del trabajo esclavo, por los niños y mujeres que padecen todo tipo de violencia, así como por los que viven en la precariedad económica, sin empleo, ancianos, inmigrantes, sin techo, encarcelados y marginados.