Durante la predicación, el joven diácono recordó la importancia de Jesús resucitado, quien nos exhorta a ser auténticos misioneros llenos del Espíritu Santo, animándonos a ser hombres y mujeres de paz.
Al finalizar la celebración eucarística, se realizó la procesión, animada por el canto, cuyo recorrido abarcó los distintos sectores, tales como Internado, Neonatología, Terapia Intensiva y Emergencia. En cada uno de estos lugares, el diácono impartió la bendición a cada uno de los enfermos con agua bendita, haciéndoles la señal de la cruz.