En su homilía, el sacerdote agradeció a todos cuantos prestaron servicios para la mejor realización de la Fiesta de la Virgen y la atención de los peregrinos; a la vez que informó que el Señor Obispo, Mons. Luis Urbanc, no pudo presidir la Misa porque se encuentra participando de la reunión del Episcopado, en Buenos Aires.
En tono coloquial, hizo preguntas para que respondan los presentes, y exhortó a que nos renovemos en las ideas, en los modos, para no seguir haciendo las cosas "como siempre se han hecho". Además, dijo que no debíamos despedirnos hasta diciembre, ya que el servicio tiene que ser diario, dado que permanentemente llegan los peregrinos a los pies de la Virgen”. A modo personal contó que su despertar vocacional fue en 1991, cuando era servidor mariano, dedicando unas palabras especiales para estos jóvenes.
Finalizado el acto litúrgico, el Pbro. Chaves invitó a los colaboradores a subir hasta el Camarín, donde abrió la urna para que tomaran gracia de la Sagrada Imagen, tocando el manto, gesto que fue agradecido de todo corazón por quienes ofrecieron su tiempo y su esfuerzo para servir durante los días del Septenario. En esos momentos hubo lágrimas y vivas a la Virgen del Valle, marcando el corolario de esta celebración vivida con mucha emoción y devoción.