El lugar será gratuito y estará disponible tanto para los abortos espontáneos como para los no punibles.
‘La idea surgió por una serie de charlas que tuve con monseñor Alfonso Delgado, el año pasado. El objetivo era que los fetos que son abortados espontáneamente y quedan en los hospitales o que sus familiares quieren enterrar, así como los fetos que son encontrados y estén en manos de la Justicia, tengan un lugar para su sepultura‘, comentó el intendente Walberto Allende al Diario Cuyo.
Y aclaró que, a pesar de que la decisión fue tomada con el respaldo del Concejo Deliberante en medio de la polémica por el fallo de la Corte de Justicia de la Nación.
Hasta el momento, lo que se hace normalmente con los fetos en los hospitales es tratarlos como residuos patológicos, y hay casos excepcionales en que los médicos los entregan a las familias para que los sepulten. Por eso, esta idea apunta a que todos tengan “una Santa epultura”.