Kesselman nació en Buenos Aires en 1983; mantuvo el blog Todos los días entre 2005 y 2007; publicó el nube en 2006 y junto a Ana Mazzoni y Damián Selci compiló La tendencia materialista. Antología crítica de la poesía de los 90. Colabora con la revista digital Planta.
Esta es la conversación que sostuvo con Télam.
-T : ¿Qué clase de sistema es, al interior de este libro, una organización?
-K : El libro parte de la noción (al principio más o menos inconsciente) de que las organizaciones políticas son una clave para entender la política y la historia argentinas de los últimos años, y de que a pesar de serlo, no había rastros de ellas en la literatura contemporánea. Diría que esa lectura crítica inicial de lo que se estaba produciendo es el motor del libro: yo quería leer en literatura cosas que leía en otras disciplinas como la sociología, la historia o el periodismo.
Esa inquietud es evidente: todos los relatos del libro (y casi cada fragmento de cada relato) hablan sobre eso. No hay otra preocupación, es un bloque cerrado; a lo sumo se lee algún trazo de historias de amor erótico o de amor madre e hijo, pero muy bocetado, muy fugaz. Yo no quería desarrollar personajes en términos psicológicos, no quería "contar historias", no quería exponer teorías sociológicas a priori: lo único que me importaba en términos proposicionales era hablar de ese tema en particular, para lo cual sí o sí hubo que construir un sistema formal.
Y ese sistema formal el desafío principal que tenía o que sigue teniendo es cómo narrar algo de la manera más despersonalizada posible, sin personajes fuertes, precisamente porque lo que me interesaba era el movimiento que puede desarrollar una organización en su conjunto, donde cada personaje está ahí en función del todo. Lo último que quería era contar las historia del personaje X, Y o Z con la militancia o la política como telón de fondo, que es un recurso perezoso; más bien era al revés: lo que importaba era el actor social de conjunto y el hecho de que, en esa situación de colectivo político, como una instancia de formación muy rica, se produce todo el tiempo una discusión sobre perspectivas, con opiniones, distintos niveles de conciencia sobre la coyuntura y los cursos de acción, hipótesis y contrahipótesis (por eso en el título además de la palabra "organización" está la palabra "intercambio").
Fuente: Télam