Ayer a la madrugada la división Trata de Personas de la Policía, a cargo del comisario Julio Fernández, realizó un allanamiento en un prostíbulo y detuvo a cuatro hombres y a una mujer, acusados de trata de personas.
La investigación se había iniciado por la denuncia de los vecinos de la zona, quienes habían alertado que en una vivienda funcionaba un prostíbulo en el que trabajaban mujeres de otras provincias. El juez Federal Daniel Bejas, tras analizar los datos que había obtenido la Policía, ordenó que se realizaran los allanamientos y que se identifique a las personas que se encontraban en situación de prostitución, y que se secuestraran todos los elementos que pudieran tener relación con la investigación.
La Policía llegó el viernes a las 23.45 al domicilio del barrio Obrero. Se trataba de una vivienda con ladrillos a la vista y una puerta hacia la derecha que conduce a un pasillo, desde el que se accede a una escalera que lleva al primer piso.
Allí, los policías encontraron en una habitación a una mujer que estaba con un cliente. En otro sector de la casa estaban Luis Albino Palmieri y Nilda Patricia Orellana, quienes serían los regenteadores del lugar, contaron fuentes de la investigación. Además, había dos mujeres en la vereda de la casa, quienes dijeron que estaban allí por su voluntad y que pagaban por el uso de las habitaciones, según quedó registrado en el acta del allanamiento. Al registrar el lugar, los policías encontraron sobres de preservativos, algunos de los cuales estaban abiertos. También había profilácticos que habían sido usados, informó la Policía.
Las dos mujeres que reconocieron abonar un precio para usar las habitaciones comentaron que todo el movimiento quedaba registrado en un cuaderno. Todo ese material fue secuestrado por la Policía, junto con armas y documentación de vehículos.
Palmieri dijo ser dueño de la vivienda y que alquilaba habitaciones por hora, aunque su actividad principal es la compra y venta de vehículos. Mientras se llevaba a cabo el operativo, llegaron tres hijos de Palmieri, quienes también residirían en esa vivienda.
El juez Bejas ordenó que Orellana, Palmieri y sus tres hijos (Jorge Luis, Rodrigo Nicolás y Pablo Exequiel Palmieri) quedaran detenidos e incomunicados hasta que les tome declaración. Las tres mujeres que habrían sido explotadas sexualmente (una de las cuales es de Santiago del Estero), recibirán la asistencia de las psicólogas de la fundación María de los Ángeles, según dispuso el magistrado.
Fuente: lagaceta.com.ar
