“Estamos tapados por esa tela verde que no deja que se vean las vidrieras y las veredas son un túnel por donde pasa muy poca gente; una señora dijo que a mitad de camino le robaron la cartera, entonces como las personas tienen miedo casi ni vienen”, explicó una empleada.
Con respecto a las ventas es coincidente entre los comerciantes que estas cayeron bastante por estos arreglos, ya que la gente no puede circular como antes por la zona, entonces no se vende. “No entra casi nadie a los locales, nosotros tenemos muchos compradores del interior y ya nos paso varias veces que nos llaman y nos preguntan donde estamos exactamente porque no se ubican con esta tela que nos tapa”, manifestó el dueño de un comercio.
A estos problemas se suma el hecho de que casi no hay policías controlando el lugar, y recién esta semana iluminaron un poco las calles con reflectores, porque antes era imposible transitar de noche por ahí, a causa de que estaba muy oscuro.
“Otra cosa que nos afecta mucho es el polvillo que nos ensucia la mercadería y el negocio, por mas que se limpie ahora vivimos cubiertos de tierra”, concluyó otro propietario.