Fiscalizadores de flora y fauna se dirigieron al lugar encontrándose un una imagen desgarradora, aproximadamente unos 200.000 ejemplares muertos, algunos flotando en lo largo y ancho del dique, otros, posiblemente olvidados por pescadores, perfectamente acomodados y limpios en las costas.
Se comenzó el trabajo de limpieza con redes una vez que los fiscalizadores recibieran la ayuda de brigadistas de incendios forestales.
Por otra parte personal de la subsecretaria se abocaron a la recolección de muestras, las que ya se encuentran en observación para determinar los causales y el método utilizado para semejante matanza, así también la investigación del hecho siguiendo pistas de personas que posiblemente estén vinculadas a la comercialización de estos animales.
En el día de hoy 10 personas de la Subsecretaria de Ambiente arribaran al lugar para continuar con los trabajos de muestreo y limpieza de costas y perilagos, una tarea extremadamente insalubre y desagradable.
También se cerraran todos los ingresos al dique quedando completamente vedado por 30 días hasta que los resultados de las muestras determinen si la veda continuara por un lapso de entre 6 meses a un año, tiempo en el que podría recuperarse parte del daño causado a la naturaleza acuífera.