La ciudad recibe desde el jueves próximo, hasta el 28 de agosto, a cientos de seguidores de todo el mundo, que acuden al famoso festival inaugurado por el propio Wagner en 1876. Sin embargo, los visitantes no podrán visitar la casa-museo del compositor alemán.
Por esa razón, la ciudad cosechó tantas críticas como burlas por llegar al año del bicentenario de Wagner con los dos "templos wagnerianos" por excelencia en restauración, el museo y la Festspielhaus, donde tiene lugar el festival y cuya fachada también está en restauración.
Fuente: Télam