Todos los años, se demuestra en las parroquias del país, la solidaridad de toda la gente que cree y confía en un futuro mejor, aportando con sus donaciones, un pequeño gramo de arena, para mitigar en parte la pobreza, fenómeno por el que están atravesando muchas personas del planeta.
Sin embargo, las personas que colaboran con este evento, conocen que no es la pobreza la que va a exterminarse por más donativos que puedan realizar, aunque si comprenden que es una forma evangelizadora que no solo sirve de ayuda, si no también, puede contribuir a un cambio de consciencia global, contrayendo una sociedad más justa en un mundo consternado por anomalías tan vigentes cómo la droga y el alcohol que perturban la mente y la buena voluntad de las personas.
Caritas, más por menos, demuestra año tras año, que la solidaridad y buena predisposición de las personas sigue vigente, y la preocupación por el prójimo es una constante que el tiempo no pudo alterar.
Es por este motivo, que el domingo 13 de septiembre, las iglesias de todas partes del planeta incluyendo las parroquias de nuestra provincia reciben donaciones para que tengan por destino a todas aquellas personas de bajos recursos.