Habiendo incursionado, en jornadas anteriores en las técnicas narrativas y sus recursos literarios, se centró en esta oportunidad en el análisis del simbolismo presentado por el evangelista, que nos remite al misterio cristológico. Y así fue recorriendo el Evangelio presentando todas las formas lingüísticas “Yo soy” con las que Jesús se va revelando como agente de salvación de Dios. En numerosas ocasiones se remitió al Antiguo Testamento en el que muchas veces se inspira: El Mesías, el Pan de Vida, la Luz, la Puerta, el Buen Pastor, Resurrección y Vida, Camino Verdad y Vida, la Vid, Rey. Con textos leídos y explicados del Nuevo Testamento y del Antiguo, fue analizando el alcance teológico de las metáforas y su sentido en uno y otro.
Asimismo explicó con mucha claridad y convicción uno a uno los signos de la segunda parte del Evangelio conocido como el Libro de los Signos. Al arribar a la conclusión, analizó, entre otros trascendentes temas, el lugar importante que ocupa el discípulo amado de Jesús junto a Pedro.
Al finalizar la exposición, los asistentes hicieron intervenciones que demostraron el gusto con que siguieron la serie de disertaciones del Padre Tapia, que invitan a seguir leyendo, estudiando y meditando el cuarto Evangelio. El Delegado Episcopal de la Animación Bíblica de la Pastoral recomendó bibliografía para seguir profundizando en el tema e invitó a continuar con el mismo entusiasmo participando de las siguientes actividades del Mes de la Biblia en Catamarca 2015.
El curso cerró con la entrega de certificados de asistencia a quienes los solicitaron.