El especialista brasileño consideró que "los programas de vacunas de América Latina son los mejores del mundo", porque "los gobiernos les dan una prioridad política muy alta".
De Quadros consideró ayer que actualmente "estamos en un cuello de botella en cuanto a la erradicación mundial de la poliomielitis", ya que "no se aplicaron las estrategias desarrolladas por ustedes aquí en las Américas".
"Hoy tenemos poliomielitis en tres países en todo el mundo, que son Pakistán, Afganistán y Nigeria; las condiciones para que se desarrolle la enfermedad están muy ligadas a la pobreza, y en estos países que dependen de organismos externos el desafío es seguir el modelo de América Latina para desarrollar sus propios programas de vacunación", sostuvo.
Por su parte Yedlin consideró que el calendario de vacunación argentino es "uno de los más abarcativos y accesibles".
"Una de las políticas más fuertes del país tiene que ver con la incorporación de nuevas vacunas; tenemos uno de los calendarios más abarcativos y accesibles para la gente de todo el país", remarcó.
El viceministro subrayó que "los desafíos en salud pública son permanentes" y que el objetivo es "lograr que la gente esté mejor y más sana".
"Es muy importante festejar esta fecha en el contexto de los enormes desafíos y oportunidades que estamos viviendo", concluyó.
Del acto, que se realizó en la cartera sanitaria, participaron además el subsecretario de Relaciones Sanitarias e Investigación, a cargo de la Dirección de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud "Carlos Malbrán", Jaime Lazovski, y la coordinadora del área de Vigilancia Epidemiológica del programa nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio Salud, Sandra Sagradini.
"Celebramos la hazaña conseguida en tantos años de trabajo, pero queremos resaltar la tarea que siguió y la importancia de la vigilancia activa", sostuvo Lazovski.
El especialista explicó que la poliomielitis se manifiesta como una parálisis fláccida, y que en los últimos 20 años hubo 10 casos en el país producidos por el virus atenuado de la vacuna Sabin.
"El virus de la vacuna Sabin, que está atenuado, puede producir enfermedad. En los últimos 20 años se detectaron 10 casos en nuestro país, en su mayoría en personas con inmunodeficiencias", explicó y remarcó la importancia de "detectar inmediatamente la presencia de polio".
Lazovski precisó que actualmente, ya superada la fase masiva de la enfermedad, "se está trabajando para reemplazar la vacuna Sabin por la Salk".
"Para combatir estos pocos casos residuales estamos trabajando en cambiar la estrategia de vacunación del virus, del atenuado de la Sabin al inactivado de la vacuna Salk, que es inyectable y produce inmunidad por anticuerpos en la sangre en lugar de en el intestino", explicó.
En el cierre del acto se entregaron distinciones a De Quadros, por su trayectoria en la eliminación de la poliomielitis en el continente; a la Comisión Nacional de Erradicación de la poliomielitis y contención del poliovirus salvaje en los laboratorios, y a Ramona Díaz, enfermera de Orán, Salta, quien trabajó en la tarea de contención de los últimos casos de polio en Argentina en 1984.
La poliomielitis es una enfermedad infecciosa aguda ocasionada por un virus conocido como poliovirus, que puede atacar el sistema nervioso y destruir las células encargadas del control de los músculos.
La Argentina sufrió dos grandes brotes de poliomielitis en 1953 y 1956, donde se registraron 2.700 y 6.940 casos respectivamente.
A fines de la década del 50 comenzó a usarse la vacuna Salk, que actuó como barrera para detener la epidemia, y en 1964 se introdujo la vacuna Sabin Oral, que permitió el control y la eliminación de la polio.
En 1959 se sancionó la ley 15.010, por la cual la vacunación es obligatoria y gratuita para todos los niños hasta los 14 años de
edad y las mujeres desde el quinto mes de embarazo.
El último caso de la enfermedad en la Argentina se registró en 1984 en la localidad salteña de Orán, y desde entonces no se ha registrado poliomielitis por virus salvaje en el país.
En la región de las Américas, el último caso se notificó en 1991 en Perú.
Fuente: Télam
