El crimen se desencadenó a las 21.30, cuando los hermanos Felipe Luciano (60 años) y José Cruz Herrera (62) comenzaron una discusión debajo del alero del rancho donde habían compartido un encuentro que duró casi doce horas.
Pocos minutos después de las 21, Felipe se había quedado dormido, sentado sobre la silla luego de beber todo el día, mientras tanto su hermano José lo insultaba. Los gritos y los insultos continuaron hasta que llegaron los golpes de puño.
Aparentemente, José le estaba propinando una dura golpiza a su hermano Felipe y la esposa de la víctima intentó separarlos. “No es la primera vez que pelean cuando toman, yo los he separado muchas veces, y esta vez cuando intenté ponerme en el medio de los dos, vi que Felipe tenía un fierro y José un cuchillo; me dio miedo y me aparté”, habría confiado la viuda a los uniformados de la Seccional 20, de Atamisqui.
La fiereza de la lucha fratricida se incrementaba. Felipe golpeó con el atizador a su hermano José, quien como respuesta le propinó dos puñaladas en el abdomen. La riña continuó, pese a que Felipe recibió una tercera puñalada, que le fracturó dos costillas. La herida mortal, fue la que recibió Felipe en la pierna derecha, que cortó una arteria.
Al terminar la pelea, José, dirigiéndose a la esposa de su hermano, habría expresado: “Ahí está tu marido, ya te lo he matado, aquí se terminó el problema”.
El supuesto asesino salió caminando en dirección a su domicilio, distante dos kilómetros del lugar del hecho, donde fue detenido por la Policía.
Según indicaron los vecinos que se reunieron en el lugar de la tragedia, los hermanos Herrera, se caracterizaban por asumir una conducta violenta cada vez que bebían.
“Sí, he matado a mi hermano, sé que ahora iré a la cárcel, pero eso no es nada, la cárcel es para los hombres”, habría reflexionado sin inmutarse al momento de su detención cuando le preguntaron a José si tenía conciencia de lo que había hecho.
Fuente: elliberal.com.ar
