Lavarse muy bien las manos después de ir al baño y antes de cocinar; lavar frutas y verduras con agua limpia, cocinar la carne hasta que no este rosado; y mantener los baños limpios y la basura lejos de los alimentos y de los niños.
Cuando hace mucho calor debemos extremar las medidas preventivas, sobre todo en los niños, ofrecerles agua o jugos naturales en forma frecuente sin esperar a que los pidan. Si hay dudas en la calidad del agua, la hervimos 1 minuto o le ponemos 2 gotas de lavandina por litro, media hora antes de beberla. Bañarlos o mojarles todo el cuerpo con frecuencia, proponer actividades tranquilas y evitar juegos intensos, evitar que transiten y jueguen expuestos al sol, menos aún en horario del mediodía o a la tarde temprano.
Evitemos exponer a los niños al sol entre las 10 y las 16 hs., los menores de 1 año no pueden estar al sol.
En el caso de transitar bajo el sol, ponerles sombrero, gorras, usar protectores solares (factor 15 o mayor) y hacer frecuentes descansos a la sombra.
Debemos procurar que los niños permanezcan en los lugares más frescos y ventilados, si están casa, usar ventiladores teniendo y vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o mejor aún, desvestirlos. A los lactantes darles el pecho más seguido,
Cuando se trate de un menor de edad, la madre debe estar muy pendiente de los siguientes signos de alarma: llanto sin lágrimas, falta de apetito, disminución de orina, fiebre alta, pérdida de peso y fontanela hundida en caso de ser un bebé.
Con los primeros síntomas o ante la duda no demore la consulta con su pediatra o en el Centro de Salud más cercano