Con este turno seco, el río dirigiría durante esa cantidad de días toda el agua a la finca, productora de vinos de exportación, dejando sin posibilidad a otro productor de la localidad de sacar agua para otro tipo de actividad. Además, esta medida implica largar el agua del Río Abaucán por una playa de arena de 18km de largo por donde la acción del viento, el sol y la infiltración en el suelo arenoso, hace que se pierda más de 60% del agua en el recorrido.
La medida impuesta por la Corte, le otorgaría el 33% del agua de Medanitos para regar 36 has, perjudicando directamente la producción de todo un pueblo, donde el agua es un recurso vital y escaso. Y por ende perjudicaría, los cultivos de tomate, maíz, zapallo, cebollas y verduras en general, que son el sustento de la economía familiar.
Además, la normativa sobre Diferimientos Impositivos, puntualmente en el decreto Nº 2139/98, art.8, a través del cuál se le conceden los beneficios del diferimiento, establece que los mismos no tendrán derechos al uso del agua superficial, sino que se deberán abastecer de agua subterráneas.
Es por esta razón, que los habitantes de Medanitos quienes ven amenazados gravemente sus condiciones de vidas, tanto en el presente como en el futuro, se resisten a la medida acatada por la ley, debido a que no se reconocen sus derechos, ni se respeta sus garantías.
Estas personas movilizadas en defensa del agua y la tierra, de la vida y de las bases de sus reales condiciones de autonomía, que son imprescindibles para el ejercicio pleno de la ciudadanía.
Por eso, cuando en diversas oportunidades, se hizo presente en la localidad, el oficial de la Corte, Juan Carlos Ross, todo el pueblo salió a la calle, se sentó en las compuertas y no permitió que se hiciera efectiva la medida, exigiendo la protección de sus recursos naturales esenciales para vivir.
