A todo esto, una guardia policial permaneció en forma permanente en las puertas del hotel, mientras que unas vallas impiden el ingreso de los extraños.
Sin embargo, anoche y durante esta madrugada, los fanáticos del Cruzeiro hicieron de las suyas, a la usanza de lo que ocurría en otros tiempos antes de las instancias decisivas de la Libertadores.
“Estamos acostumbrados a esto, pero lo importante es que los muchachos están muy bien y con unas ganas bárbaras de ganar la Copa Libertadores”, le dijo a Télam esta mañana el presidente de Estudiantes de La Plata, doctor Rubén Filipas.
En tanto, el director técnico Alejandro Sabella comentó: “esto de los petardos y los gritos forman parte del folklore del fútbol y especialmente de la Copa”.
La delegación de Estudiantes tiene previsto regresar mañana a Buenos Aires, en un vuelo charter de Aerolíneas Argentinas, que saldrá del aeropuerto de Belo Horizonte a la 11, con horario de llegada a Ezeiza a las 13.30.
Enviado especial (TELAM)