Como consecuencia de la irresponsabilidad del conductor, tres autos resultaron con importantes daños materiales, un hombre y una joven tuvieron que recibir varios puntos de sutura en la cara y una beba tuvo que ser hospitalizada.
La historia comenzó ayer, a las 8.30, en la esquina de Independencia y Juncal del barrio Belgrano. Allí, según estableció la investigación preliminar de la policía, el Volkswagen Fox, que era conducido por el irascible conductor de 29 años, y otro automóvil no identificado hicieron rugir los motores.
Cuando el semáforo de la esquina les dio el verde, ambos coches se habrían lanzado a una irresponsable carrera urbana.
Pero la “picada” terminó muy pronto para el sospechoso. En la esquina de Independencia y París embistió a una furgoneta marca Renault, conducida por Ricardo Cortez, de 77 años, que dio un trompo y pegó contra un poste del alumbrado público.
A menos de veinte metros, casi llegando a la calle Marconi, embistió a un Rover, cuyo conductor no fue identificado, y le destrozó la parte trasera.
El acusado, aparentemente, no tenía ninguna intención de hacerse responsable de los daños materiales que acababa de provocar. Por esa razón siguió la marcha hasta calle Hernandarias, y a toda velocidad atravesó el barrio Cabildo y cruzó la avenida Belgrano.
El conductor, domiciliado en calle Juncal del barrio Belgrano, retomó por Moreno hasta Chasqui sin disminuir la velocidad. Antes de cruzar nuevamente la avenida Belgrano volvió a chocar, esta vez a una camioneta.
Producto del último impacto, finalmente perdió la rueda trasera izquierda y quedó atravesado en la avenida, en el carril que corre de norte a sur.
Cuando fue entrevistado por la Policía, el conductor recién se preocupó por su hija de seis meses y por su pareja, de 19 años. Ambas estaban heridas y la beba, al parecer, había perdido la consciencia.
El conductor de la camioneta Renault, que el acusado embistió primero en la calle Independencia, también resultó herido en el rostro tras el impacto.
Pese a la irresponsabilidad del raid, el juez que entiende en la causa consideró que el conductor del vehículo no debía quedar detenido. El irascible conductor apenas prestó una declaración testimonial y volvió a su casa con su niña y su pareja, luego de que les practicaron curaciones en los hospitales Cepsi y Regional.
Fuente: elliberal.com.ar
