“En este estudio se descubre que, más allá de ideologías, modas y marcos teóricos, la persona sigue necesitando al otro para su felicidad, que se construye en el encuentro con el otro”, dijo Carolina Dell’Oro, filósofa de la Universiad Católica de Chile, que participó el viernes de la presentación de los resultados del Estudio Latinoamericano sobre Salud Emocional, Bienestar y Felicidad.
La encuesta, realizada por la consultora Ipsos en diciembre último, abarcó a 2140 personas en siete ciudades –Santiago, Chile; San Pablo, Lima, Bogotá, San José de Costa Rica, Ciudad de México y Buenos Aires-, y fue encargada por la empresa Coca-Cola, con el objetivo de indagar qué significan para los latinoamericanos conceptos como bienestar y felicidad.
Para el 96% de los encuestados, según halló el estudio, ser feliz depende de uno mismo: de las acciones y de las actitudes positivas que comprometen en pos de alcanzar esa meta.
¿Cuáles son, entonces, esas actividades que, para los argentinos, se asocian con una buena salud emocional, que es clave para alcanzar la felicidad? , se pregunta el ratículo.
Para el 33%, salir o juntarse con amigos; para el 30%, hacer deportes, y para el 25%, salir o compartir actividades con la familia. Por otro lado, puede leerse en las conclusiones del estudio, "en la sociedad argentina ser amado, jugar con los hijos y compartir con la pareja juegan el rol más relevante en los aspectos que colaboran con una mejor salud emocional".
Según indica la nota, si los afectos y el modo como uno los promueve están estrechamente relacionados con la idea de felicidad, ¿qué puede decirse más precisamente de la pareja?
En ese sentido, los resultados del estudio son claros: fue mayor el porcentaje de personas felices entre quienes comparten su vida cotidiana con otras -ya sea casados o en pareja- que entre aquellas que no.
"El ser humano necesita al otro, necesita la mirada, el encuentro con el otro -señaló, al comentar los resultados Dell Oro-. Construye su biografía en el otro. Del mismo modo, actitudes como el optimismo, la seguridad, la confianza se construyen también en el otro. El ser humano no es un yo: es un nosotros."
"Creo que lo más llamativo del estudio es el enorme peso del factor social -dijo a LA NACION Carmelo Vázquez, experto en psicopatología de la Universidad Complutense de Madrid, España-.
El elemento vincular está asociado a la felicidad en América latina, y esto no ocurre en otros ámbitos de un modo tan claro. En culturas más individualistas y dentro del ámbito anglosajón, la felicidad está muy ligada al otro, al tener cosas, a la autonomía, la independencia, a esa esfera de la individualidad y del yo."
"Y esto es muy interesante -agregó Vázquez, que participó de la presentación de los resultados del estudio-, porque nos ayuda a explicar por qué los países latinoamericanos manifiestan de modo sorprendente y un tanto inexplicable estos niveles de satisfacción vital muy elevados, que no se corresponden en principio con el grado de desarrollo económico."(Telam)