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¿Cuáles son los profesionales que el país necesita?

Mientras algunos rubros tradicionales tienen sobreoferta de profesionales, hay otros que encuentran escasos postulantes. Debates.
(DIARIOC, 27/05/2011) El cambio de modelo económico –de uno fuertemente orientado a servicios, a otro con más anclaje en la producción- tuvo un impacto evidente sobre la demanda laboral en Argentina. La paradoja actual es que mientras algunas profesiones tradicionales tienen sobreoferta de graduados y encuentran una demanda bastante pobre, otras especialidades o puestos más en sintonía con el nuevo escenario, no encuentran los postulantes adecuados.

Para entender el fenómeno hay que hacer un poco de historia. Silvia Rodil, directora de Ghidini Rodil, recuerda que “en las décadas del ´80 y ´90 no sólo cerraron alrededor de 150 mil pymes, sino también muchas plantas industriales de empresas extranjeras, con lo cual apareció el desempleo para los ingenieros y técnicos”. En virtud de la política de desindustrialización y los cambios en el sistema educativo, “durante los ´90 dejaron de funcionar gran cantidad de escuelas técnicas, que eran la `antesala` de las carreras de ingeniería –puntualiza Rodil-. Y actualmente, al reactivarse los sectores industriales (por ejemplo el textil) nos encontramos que no sólo no hay profesionales preparados, sino que es muy difícil que abracen una profesión que no conocen”.

Según Amalia Vanoli, directora de Tiempo Real Consultores, en los últimos años básicamente “resurgió el requerimiento de egresados y estudiantes de carreras con fuerte componente técnico”.

Desde estas perspectivas la formación en ciencias básicas sería fundamental para el crecimiento: “Se necesitan egresados con fuerte formación en ciencias y en tecnología orientados al ámbito de la producción –enfatiza Rodil-. Todas las especialidades de ingeniería (electricista, electrónica, mecánica, en petróleo, química, en sistemas, agronomía, textil, etc.), son prioritarias”.

Uno de los sectores que registra una demanda sostenida en el país es el de IT (tecnologías de la información); se requieren profesionales para cubrir nuevos proyectos, áreas de soporte y perfiles muy específicos: “Los más demandados son programadores y soporte técnico/help desk; y luego administradores de redes, de sistemas operativos y de base de datos, ingenieros en telecomunicaciones, analistas funcionales y testers”, detalla Patricio Dewey, director Comercial de Adecco Argentina. Por el lado de los ingenieros, entretanto, los más buscados “son los de mantenimiento, principalmente los eléctricos, ya que se consiguen muy pocos candidatos; además tienen gran demanda los mecánicos o electromecánicos”, continúa Dewey.

Los puestos de jefes de planta/producción también son muy requeridos. Y además se encuentra en alza la demanda de posiciones operativas para diferentes industrias: “En 2011 registramos un 15% más de solicitudes de perfiles formados en oficios”, afirma Dewey.

Faltan postulantes

Los especialistas consultados indican que faltan técnicos calificados para algunas industrias, gente formada en ciertos lenguajes de programación requeridos en el sector de IT y profesionales de ingeniería en sus diferentes ramas, así como personal administrativo bilingüe. “En el mercado de la tecnología se habla de una demanda insatisfecha de más de 20 mil posiciones –dice Vanoli-. Esto engloba proyectos que quisieran desarrollarse y que no se ejecutan por la falta de personal”.

Según el informe sobre “Perspectivas del mercado laboral 2011” elaborado por Adecco Argentina, el 57% de los responsables de áreas de Recursos Humanos encuestados planea incrementar los perfiles operativos y para producción este año, seguidos por los comerciales/marketing/ventas con 15%, administrativos con 14 %, y los vinculados a IT con 8%. Por su parte, 6% indicó que requerirá más ingenieros, técnicos, jóvenes profesionales y perfiles gerenciales.

En el relevamiento antedicho el 60% señaló que prevé complicaciones para conseguir estos perfiles; los operativos y para producción fueron señalados como los más complejos de conseguir por el mayor porcentaje de empresas (44%), seguidos por los de ingeniería de distintos rubros (16%), comerciales/marketing/ventas (16%), administrativos (12%) y los de IT (8%). Los menos complejos de reclutar serían los perfiles financiero-contables (2%) y los directivos y gerenciales (2%).

Opciones discordantes

La encrucijada actual es la falta de concordancia entre las carreras universitarias que tienen más inscriptos, y las que tienen mayor demanda laboral hoy. Para paliar esta situación el Gobierno Nacional definió, a través del Ministerio de Educación, las carreras consideradas prioritarias para el desarrollo económico y productivo (ver www.me.gov.ar/spu/guia_tematica/PRIORITARIAS/carreras_prioritarias.html). Entre ella cuentan diversas ramas de la Ingeniería y las carreras tecnológicas, pero también otras vinculadas a la alimentación y la gestión ambiental, por ejemplo. Además lanzó el Programa de Becas Bicentenario para Carreras Científicas y Técnicas, destinado a alumnos de bajos recursos, y también un Programa Nacional de Becas para Carreras de Grado en Áreas TICS (tecnologías de la información y las comunicaciones).

“Las carreras que hoy son consideradas `prioritarias´ para el desarrollo económico argentino tienen menos inscriptos que aquéllas que no lo son”, asegura Rodil. Para Vanoli las elecciones que realizan los estudiantes no están aisladas de los cambios que se produjeron en la sociedad: “Se perdió la cultura del esfuerzo –dice-, y esto se refleja en la elección de las carreras”. Este sería uno de los factores por los cuales es pobre la inscripción en profesiones con base matemática, “que requieren gran ejercitación y análisis de variables e implican horas de focalización en el estudio y de asimilación de problemas complejos”. En esto también influirían los péndulos de nuestra historia: “En promedio la duración real de Ingeniería es de 7 a 8 años –puntualiza Rodil-; de ser un país estable, no habría demasiada dificultad con ello, pero el problema es que al terminar la carrera puede que cambie la política económica y el ingeniero termine manejando un taxi…”.

Vanoli cree que en general las autoridades “tienen un reconocimiento teórico de las necesidades, hay una amplia oferta educativa pública y privada, pero no hay políticas que se traduzcan en planes concretos; faltan estímulos reales hacia las carreras prioritarias y sólo se realizan acciones puntuales”. Rodil, por su parte, sostiene que las universidades, el ámbito privado y gubernamental están haciendo esfuerzos e implementando acciones de comunicación para que los jóvenes se inclinen por las `ciencias duras´: “Además hay muchos planes que fomentan el vínculo entre las empresas, las universidades y el Estado –sostiene-. Pero evidentemente no son suficientes”. (Notio.com)

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