“El taller, se desarrolló durante cinco días, a través de diferentes dinámicas; primero se realizó una excavación en el jardín del museo, donde los chicos aprendieron a buscar cuidadosamente las cosas con la debida responsabilidad con la que lo hace un arqueólogo, y no a extraer objetos porque sí nomás”, explicó la supervisora de Patrimonio Histórico y Cultural de la comuna, Alejandra Granizo.
Además, entre las actividades llevadas a cabo, los niños pudieron disfrutar de una visita al museo, donde se les explica acerca de cada objeto y sus diferentes usos; realizaron un taller de cerámica, elaborando sus propias vasijas y preparando ellos mismos el material correspondiente.
La propuesta culmina con una visita guiada al Pueblo Perdido de La Quebrada, seguida por una jornada en el Camping Municipal, en donde disfrutarán de un día de campo.
Por último, Granizo destacó que en esta oportunidad se realizó este proyecto como una colonia pero que “sirvió como prueba piloto para que en un futuro cercano se pueda trabajar con las escuelas y se continúe trabajando durante todo el año”.