Todos los seres humanos tenemos derecho a formar parte de la vida cultural de la sociedad, y así desarrollar nuestro potencial artístico, creativo e intelectual, para beneficio propio y de la sociedad en general. Ya que la cultura en sus diferentes manifestaciones es el fundamento de la nacionalidad e incentiva nuestra identidad.
Reconocer la participación de las personas con discapacidad es valorar la diversidad cultural existente entre nosotros y es hacer uso de los valores culturales de la nación.
UN POCO DE HISTORIA
En la Convención Anual de la Asociación de Leones realizada en el año 1925, el testimonio brindado por Hellen Keller sensibilizó a los presentes acerca de las dificultades que debía afrontar a diario por su ceguera.
Luego, en 1930, George Benhan, presidente del Club de Leones de Illinois, propuso para uso de los discapacitados visuales el uso de un bastón blanco con extremo inferior rojo, a fin de que se les otorgara prioridad de paso. La propuesta fue aceptada y en poco tiempo el uso de dicho bastón se hizo universal.
A su vez Richard Hoover, oftalmólogo que trabajaba con los veteranos de guerra, observó que los ex soldados ciegos se desplazaban torpemente con bastones gruesos de madera. Investigó entonces su marcha, postura, equilibrio y ritmo y en 1946 diseñó un bastón prototipo, que es el utilizado hasta hoy.