El autor de la iniciativa legislativa, el concejal Simón Arturo Hernández, expresó que “a 34 años del Golpe de Estado, pretendemos reconocer la creación artística del documental, pero fundamentalmente al aporte de esta herramienta testimonial que contribuye a mantener vigente la memoria y pensar y pensarnos en un futuro distinto, justo, en paz, con respeto a la identidad de todos”.
“Palabras es una experiencia que amalgama dimensiones públicas y personales, individuales y colectivas, de pasado y presente”, así lo sintetizó Ana Mohaded, directora de este corto testimonial realizado en la provincia de Córdoba a fines de 2008, en un contexto histórico trascendental: el juicio a Luciano Benjamín Menéndez y otros siete genocidas que operaron durante la última dictadura militar en el Centro Clandestino de Detención "La Perla".
Menéndez, tal como se señala en los fundamentos de la iniciativa, fue responsable de todos los campos de concentración que funcionaron en las provincias que abarcaba el III Cuerpo de Ejército, y supervisó y dirigió personalmente las torturas y los fusilamientos. En la década del 80’ estuvo a punto de ser juzgado por más de 800 acusaciones de homicidio calificado, tormentos seguidos de muerte, torturas, privaciones ilegítimas de la libertad y robo de menores. El indulto de Carlos Menem en 1989 permitió su sobreseimiento, y después de más de 30 años de impunidad, el jueves 24 de julio de 2008, Menéndez y los otros siete genocidas fueron condenados a cadena perpetua en cárcel común por delitos de lesa humanidad.
Ana Mohaded es precisamente una de las sobrevivientes de varios de esos centros clandestinos de detención en Córdoba, y declaró como testigo en el juicio a Menéndez.
Nació en Esquiú, departamento La Paz, y en la actualidad, es Magíster en Ciencias Sociales, Licenciada en Dirección de Cinematografía, Licenciada en Comunicación Social y Perito Fotográfico.
Vivió en Catamarca hasta los 11 años, en 1969 se trasladó a Córdoba, el año del Cordobazo. Allí cursó gran parte de la secundaria y la Universidad.
Hacia fines de 1976, cuando era militante estudiantil en la Escuela de Arte de la UNC, fue secuestrada, junto a Norma Berti y Hugo Basso, a las 19 horas del 11 de noviembre, cerca de la plaza Jerónimo del Barco, del barrio Alberdi. La llevaron a La Perla, el campo de concentración más temible de la dictadura, donde se practicaron los actos de torturas y vejámenes más crueles e inhumanos.
En 1989 regresó a Catamarca, y se radicó nuevamente en la provincia, junto a su marido Carlos Mahieu. Trabajó en Radio Ancasti, Canal TV, y centralmente a la gestión de la creación de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social. En esta tierra también tuvo a sus dos hijas, Nayeli y Lucía. Enviudó, y retornó a Córdoba en 1996. Desde entonces, “asumo un permanente retorno”, manifestó, ya sea por su actividad como periodista, por su carácter de docente, por su actividad como coordinadora de la Lic. en Comunicación Social que se dicta en la UNCa. de la cual también fue su gestora, o como miembro honorífica en la Comisión Asesora de “Rimasay, Centro de Comunicación de Catamarca”.