En declaraciones radiales, la abuela de la que sería la octava víctima, de nombre Milagros, Zulma Ferreyra, relató que su nieta "nació en buenas condiciones el día 20 de mayo. Estuvo una semana en perfectas condiciones pero quedó internada por control y observaciones".
Indicó que "el día 27 mi hija fue a verla y la bebé estaba inconsciente, los médicos le comenzaron a realizar análisis y descubrieron que tenía el virus en la sangre y muchos glóbulos blancos".
"Después surgió que Milagros tenía líquido e inflamaciones en la cabeza y le daban convulsiones" y "el día 14 de junio la bebé sufrió dos paros y el mismo día murió", relató la abuela.
"Si la bebé estuvo en perfectas condiciones toda una semana y de un día para otro se viene abajo, no me queda otra cosa que pensar que fue por un virus que contrajo en la clínica", concluyó Ferreyra.
La Justicia de Córdoba inició una investigación por la muerte de los siete bebés anteriores a partir de denuncias penales promovidas por dos familias damnificadas, patrocinadas por Carlos Nayi, por el presunto delito de "homicidio culposo" por lo que suponen una "mala praxis" profesional.
La abuela de Milagros dijo que la familia será representada por el mismo abogado, lo que fue admitido a Télam por personal de su estudio jurídico.
Fuente: Télam
