Un trabajo de campo efectuado por la Defensoría y el Ente Regulador descubrió 338 antenas instalados al final de los andenes para que los usuarios puedan hablar por celulares mientras viajan, pero el gobierno porteño "nunca las habilitó y existen serias sospechas de que generan radiaciones electromagnéticas nocivas para los usuarios", destacó el defensor adjunto Antonio Bailovsky.
"Se trata de antenas colocadas en forma ilegal por las compañías telefónicas, en acuerdo con el concesionario del subterráneo, sin ninguna habilitación ni control por parte de los funcionarios encargados de cuidar nuestra salud y la de los trabajadores del subte", explicó. ( Télam)