Catamarca
Viernes 29 de Marzo de 2024
Buscar:

Depresión del domingo: cada vez más personas afectadas

La tristeza y el desgano son sensaciones frecuentes durante el último día de la semana. Cómo superar la "depre" dominical
(DIARIOC, 29/07/2011) Por Florencia O´Keeffe. - "Domingo a las siete de la tarde, hora en que la humanidad inclina su cabeza", escribió Roberto Arlt, y vaya si es cierto. Una de cada cuatro personas siente una profunda tristeza en el último día de la semana, que se agudiza cuando comienza a atardecer. Esa pena, por lo general indescriptible, y que no está ligada necesariamente a la soledad, puede implicar síntomas psicofísicos como palpitaciones, ahogos y dolor en el pecho. Aunque la mayoría "pilotea" de algún modo la situación, o simplemente se acostumbra, en ocasiones el malestar es tan agudo que requiere atención médica. Así, las guardias reciben los domingos a un número considerable de pacientes con ataques de pánico o dolores corporales que tienen una base emocional.
¿Quiénes sufren "la depre del domingo" con mayor frecuencia? ¿Cuándo es necesario iniciar un tratamiento? ¿Hay mecanismo para superarla?
El médico psiquiatra y psicoterapeuta Ernesto Rathge, director médico de la Red Psicoterapéutica de Rosario, explicó que si bien es frecuente en nuestra cultura, el vertiginoso ritmo de vida actual que tiene su mayor expresión de lunes a sábados, profundiza los síntomas de depresión dominical y extiende ese malestar a más personas, incluidos los niños. "Afecta por igual a hombres y mujeres, y también a los chicos, en su permeabilidad intensa al mundo de los adultos. Ellos suelen manifestarlo a través de la irritación o el decaimiento", señaló.
Melancolía es, quizá, la palabra que mejor define esa sensación de falta de voluntad y disminución de la energía (casi siempre acompañada de pensamientos tristes) que comienza a atrapar el domingo después del mediodía y que afecta principalmente a hombres y mujeres entre los 30 y los 60 años, en plena edad productiva. Por eso, es posible relacionarla con la cercanía del agobiante lunes "símbolo del inicio del trabajo semanal, vivido desde la maldición bíblica: ganarás el pan con el sudor de tu frente", mencionó Rathge.
La dificultad para disfrutar del ocio y el tiempo libre es otra variable de peso en estos tiempos.
Hay quienes señalan que el problema no radica en el domingo sino en el lunes, y si bien esto tiene cierta influencia, explicó el médico, "es más significativa la dificultad de aceptar los finales y el límite que éstos conllevan".
"¿Cómo competir con la exultante promesa del viernes donde todo está por hacerse? ¿O con la gloriosa culminación de sábado por la noche, hábitat de la diversión y la alegría? El ocaso del domingo anuncia el final de todo esto y la emoción de tristeza o el agobio pueden apoderarse de la escena", detalló el médico psiquiatra.
Lo que debe preocupar, o en todo caso ser motivo de una consulta profesional, es la extensión de la sensación de tristeza a la vida cotidiana más allá del registro dominical. "No es habitual que la gente consulte a un médico o psicólogo puntualmente por este tema. La depresión del domingo no es una enfermedad, es sólo un modo de responder a aspectos de nuestra existencia, y no necesariamente termina en depresión", enfatizó el especialista, y agregó que "los tratamientos médicos o psicológicos deben estar reservados a situaciones donde el problema se torna complejo y se evidencian los déficit en la capacidad para afrontarlo".
En acción. Organizar una salida o un encuentro con amigos el domingo por la tarde o a la noche, mirar una película que no incluya el drama, en definitiva, planear actividades placenteras para las últimas horas del fin de semana, son buenos recursos.
Sin embargo, hay personas que el domingo se ponen de muy mal humor o tiñen de tristeza todos sus actos y son impermeables a esas alternativas.
En la medida en que la melancolía interfiere de un modo negativo en la vida personal y familiar, conviene enfrentarla de alguna manera, como sugirió Rathge, convencido de que "las pasiones tristes, como gustaba llamarlas el filósofo Baruch Spinoza, atenúan nuestra potencia vital y nos hacen menos felices". Nada menos.




"Dulzón y fatídico" / Testimonio de la periodista Susana Rueda, conductora de TV, Canal 5, Rosario

Cuando algo le parece un bajón, un amigo mío lo compara con "la última gota como para pegarse un corchazo el domingo a la tarde". Creo que a todos nos pega, de algún modo, esa "depre" dominical.
Recuerdo el inexorable cambio de humor de mis padres que tenían la misión de instalar en la familia la rutina de la tarea escolar: completar cuadernos, planchar guardapolvos y uniformes y alistar portafolios, condenados al olvido desde el viernes al mediodía y durante escasas, aunque felices, 48 horas.
Todo el placer y la diversión tenía un límite: las 5 de la tarde, con una hora de gracia hasta las 6, y después, la tortura de orientar las neuronas otra vez a los números y los problemas, las amebas y los paramecios, todo condimentado con el insoportable zumbido del relato del fútbol en la radio.
Mi casa, gobernada por la rebeldía escolar de mis dos hermanos varones se transformaba en un teatro de guerra entre padres e hijos, cuadernos y carpetas de por medio, crispados los humores por el sino ríspido de la obligación, sin salida ni película salvadora.
A esta altura, una puede analizar que la escuela era una bendición, comparada con los domingos por la noche de muchos chicos que deben salir a buscar el pan entre los desechos. Pero a esa edad la única conciencia social era la individual, y el límite del placer llegaba, inexorablemente a las 5 de la tarde.
Está grabado en mi disco rígido desde la tierna infancia; hasta llegar a estos días, en los que me corre el reloj, porque el lunes el despertador suena a las 4.50, y tengo que estar lúcida bien temprano.
Trabajar es para mí un placer, ya no sueño con paramecios y cigotos, pero la obligación está ahí, instaladísima y formateada en el CPU de la conciencia, asociada siempre al bajón dulzón, nostálgico y fatídico del domingo por la tarde. (Diario Uno)

(Se ha leido 98 veces.)

Se permite la reproducción de esta noticia, citando la fuente http://www.diarioc.com.ar

Compartir en Facebook

Sitemap | Cartas al Director | Turismo Catamarca | Contacto | Tel. (03833) 15 697034 | www.diarioc.com.ar 2002-2024