El Dulce, por su parte, inundó a cientos de pobladores de la zona de bañados de los departamentos Mitre, Aguirre y Salavina, donde la gente prefiere buscar lugares más altos, para instalarse con sus animales, a esperar que el agua les devuelva sus hogares.
Las nuevas víctimas de las crecidas de los ríos están en el departamento Sarmiento, ya que había hasta anoche cerca de 80 familias incomunicadas en parajes cercanos a la ciudad de Garza, donde se montó un centro operativo con personal de Defensa Civil, Policía, Desarrollo Social, Bomberos Voluntarios y la comuna local. Desde allí se asiste con alimentos a los afectados, a quienes se llega únicamente en bote o montados a caballo, por caminos anegados o atravesando el espeso monte, donde el agua llega al metro de altura.
“En total son más de 300 las personas que están con serios problemas, entre los parajes Sieguel, Yanacón Bajada, Oloma Bajada y Chilcán. Son poblaciones en las que hay escuelas, postas sanitarias y destacamentos policiales”, detalló Ricardo Amarilla, presidente del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Garza.
Más al norte, en el departamento Figueroa, la situación empeora con el paso de las horas. El Albardón, La Soledad, Vaca Muerta, Mistolito y Chañar Pozo se sumaron ayer a la lista de parajes aislados, donde la gente se niega a abandonar sus casas.
“Es una situación muy complicada, porque hasta hoy (por ayer) hemos podido llegar con ayuda para la gente en lugares donde el agua llega casi al pecho, pero si se mantienen en la misma postura, el trabajo de asistencia se va hacer más difícil”, advirtió el presidente del Cuerpo de Bomberos de Clodomira, Miguel Ángel Cameranesi, que monitorea la zona desde el centro operativo de Bandera Bajada.
En Santos Lugares, departamento Alberdi, hay un centenar de evacuados en un complejo del Obispado de Añatuya, pero podrían ser muchos más en las próximas horas, ya que el agua sigue ingresando en zonas donde aún quedan familias que se niegan a dejar sus casas.
Situación similar se mantiene en Santo Domingo, Villa Matoque, Ranchillo y San José del Boquerón, donde el Salado alcanzó a decenas de familias.
Fuente: elliberalweb.com.ar