Los dirigentes resaltaron "las gestiones del gobierno nacional por las Malvinas" y repudiaron "la reciente parodia de un referendum regimentado entre sus actuales habitantes".
"Los hechos del 30 de marzo y el 2 de abril ofrecieron el compromiso del movimiento sindical en las luchas por la recuperación de la democracia y las soberanías popular y territorial", puntualizaron en el documento de prensa.
Afirmaron que "esos dos acontecimientos -a menudo presentados como disociados- ofrecen un testimonio en común: el compromiso del movimiento sindical en las luchas por la recuperación de la democracia y las soberanías popular y territorial".
La Bancaria reseñó que el 30 de marzo la CGT conducida por Saúl Ubaldini convocó a todo el pueblo a salir a la calle para decirle basta a la dictadura militar, lo que fue "una gesta histórica".
Lejos de ser un hecho aislado, fue "el corolario de la lucha que los trabajadores comenzaron desde el primer minuto de la puesta en marcha del mayor proyecto represivo, antinacional y antipopular sufrido: el mal llamado ´Proceso de Reorganización Nacional´".
Sus antecedentes fueron las grandes huelgas en varias actividades y el paro general del 27 de abril de 1979, en medio del silencio mediático cómplice de la dictadura; los miles de dirigentes, delegados y militantes desaparecidos, encarcelados, perseguidos o despedidos y los intentos de reconstruir el movimiento obrero en un clima de represión, agregaron.
Aquel 30 de marzo fue asesinado en Mendoza Benedicto Ortiz, muerto por reclamar Paz, Pan y Trabajo, lo que resumió "el nivel de compromiso y entrega de los trabajadores" y, horas después, "la dictadura desembarcó en las Malvinas", puntualizaron.
Los dirigentes sostuvieron también que "los trabajadores se enfrentaron entonces a la terrible contradicción que latía en ese acto: el carácter ilegítimo del proceso dictatorial y la legítima causa de la soberanía territorial que estaba en juego".
"Muchas veces la historia obliga a los pueblos a navegar en aguas turbulentas. Esa contradicción fue un claro ejemplo. Pero no se equivocaron: levantaron las banderas de la lucha anticolonial sin arriar las de la lucha contra la dictadura", añadieron.
Los gremialistas recordaron el "Malvinas sí, Proceso no" como la consigna del pueblo, que puso "la sangre de sus hijos".
"Reducir a la categoría de víctimas a soldados de 18 años, hijos del pueblo, que enfrentaron con las armas a la fuerza de choque del colonialismo británico o a los detenidos-desaparecidos o asesinados en la resistencia a la dictadura militar, es una inaceptable afrenta a esos héroes", concluyeron los dirigentes.
Fuente: Télam