Hay otros antecedentes. Uno es cuando se fundó la ciudad de Rawson (Chubut) el 15 de setiembre de 1865 con presencia de la bandera. Aunque también están registrados los numerosos sucesos protagonizados por Luis Piedra Buena (Carmen de Patagones, 24 de agosto de 1833 - Buenos Aires, 10 de agosto de 1883) cuando en 1859 remonta el río Santa Cruz, llega a una isla a la que denomina “Pavón”, instala una factoría y habilita un puesto de apoyo en Puerto Cook (Isla de los Estados) frente a Tierra del Fuego. Es muy posible, sobre todo por su condición de marino, que haya instalado un mástil con el símbolo nacional por excelencia.
En 1863, Piedra Buena arriba a la Bahía de San Gregorio -en el Estrecho de Magallanes-, y hace amistad con el cacique Biguá a quien lleva a Buenos Aires, consiguiendo de las autoridades nacionales nombren a Biguá Cacique de San Gregorio. Piedrabuena le obsequia el pabellón de su barco, que ha dejado de llamarse “Nancy” para nombrarlo “Espora”.
El 9 de febrero de 1865, Casimiro Biguá, con 400 tehuelches, y Piedra Buena se reúnen a orillas del río Santa Cruz, frente a la isla Pavón, donde aquellos juran fidelidad a la Argentina y su bandera.
En uno de los tantos viajes que hace al Mar Antártico, escribe sobre un peñasco del Cabo de Hornos: “Aquí termina el dominio de la República Argentina” (señalando el extremo sur reclamado por Argentina en el Continente de América) y deja estampado en la roca el dibujo de la celeste y blanca.
¿QUÉ ES UNA BANDERA?
En principio decimos que es un trozo de tela, por lo general rectangular, que varía en tamaño, color y diseño, que está destinado a servir de elemento de señalización. Las banderas, a veces llamadas estandartes, insignias, pendones o gallardetas, se suelen colocar sujetándolas por un lado a un asta, mástil o cuerda.
El tipo más conocido es el que se utiliza como elemento de identificación, por ejemplo la de un país o las que distinguen oficinas gubernamentales, funcionarios públicos, agencias y otros servicios. También sirven para reconocer unidades militares, clubes, barcos, organismos e instituciones.
Algunas banderas facilitan información, como las que dan detalles sobre una tormenta inminente o una situación de cuarentena, o se emplean para transmitir señales de un punto a otro. En ocasiones las banderas también sirven como trofeos en competiciones deportivas.
Desde la antigüedad se han utilizado como símbolos tribales, nacionales y de identidad militar. Las escrituras, pinturas y escritos que llegaron a nuestros días de las primeras civilizaciones egipcias, sirias, persas y hebreas dan testimonio del uso de banderas entre esos pueblos. Son mencionadas con frecuencia en la Biblia: “las gentes de Israel deben acampar cada una al lado de su propio estandarte con la insignia de la casa de sus padres”. Otros pueblos de la antigüedad también las emplearon especialmente los griegos, romanos y chinos. Los primeros habitantes del continente americano utilizaron estandartes rudimentarios como astas con plumas.
Las primeras banderas europeas de la edad media poseían un carácter básicamente religioso. Surgieron muchos estandartes con insignias heráldicas y genealógicas debido a que la nobleza se convirtió en una clase hereditaria numerosa y distinguida. El tipo dominante de bandera, al irse formando los estados nacionales y desaparecer el feudalismo, fue la del país.
HISTORIA DE NUESTRA BANDERA
Del 22 al 25 de mayo de 1810 surge la escarapela azul-celeste y blanca como distintivo de aquellos que querían destituir al virrey Cisneros. En 1811 Belgrano comienza a utilizarla en el ejército en campaña al Paraguay. Si bien no existen constancias documentales, se sabe que el 27 de febrero de 1812, a las 18,30, Belgrano dispone que por primera vez sea enarbolada la bandera de su creación. Esto se realiza en el paraje llamado “El Rosario” (actual ciudad de Rosario) y es izada por un civil: Cosme Maciel, siendo confeccionada por María Catalina Echeverría de Vidal. Se hizo el juramento a la Primera Junta y a la futura Asamblea (la de 1813) convocada para discutir la organización de las Provincias Unidas. No consta en ningún documento que se haya hecho algún voto a la enseña.
La Primera Junta, por razones de política internacional, desautoriza a Belgrano y lo insta a no usar la enseña. Belgrano no alcanza a conocer esta disposición por estar dirigiéndose al nor-oeste argentino.
La primera vez que la bandera se izó en Buenos Aires fue el 23 de agosto de 1812, en la torre de la iglesia de San Nicolás de Bari, donde hoy se encuentra el Obelisco. La Asamblea de 1813 promovió en secreto su uso, pero no produjo normas escritas al respecto. El Gobierno no deseaba insistir en ese momento con símbolos independentistas.
Tras la declaración de independencia el 9 de julio de 1816, la bandera azul-celeste y blanca fue adoptada como símbolo por el Congreso el 20 de julio de 1816.
El 8 de junio de 1938, con aprobación del Congreso, el entonces Presidente de la Nación, Roberto M. Ortiz, promulgó la ley 12361, disponiendo que el 20 de junio es el Día de la Bandera y lo declara feriado nacional, como homenaje a Manuel Belgrano (fallecido el 20 de junio de 1820).
EL SOL DE LA BANDERA
El Congreso reunido en Tucumán le agregó el sol el 25 de febrero de 1818 durante el gobierno de Martín de Pueyrredón. Es el llamado “sol incaico” que consta de 32 rayos, 16 flamígeros (adj. que arroja o despide llamas o imita su figura) que giran en sentido de las agujas del reloj y 16 rectos colocados alternativamente. Su diseño se debe al orfebre Rivera.
Está compuesta por tres franjas horizontales de igual tamaño, la superior y la inferior de color azul celeste, y la central blanca; en el centro, un sol amarillo oro, siendo las medidas de la Bandera Oficial 1,40 m de largo por 0,90 m de alto (es decir, una proporción 9/14).
Con respecto a los colores hubo siempre una polémica pues los argentinos llamamos celeste al tono claro de azul de nuestra bandera (en inglés, el adjetivo cerulean significa lo mismo, “color del cielo”). De modo que celeste y blanca es más frecuente que azul y blanca al referirnos a la bandera. Más allá de esta definición, se ha debatido desde siempre cuál sería el tono exacto de este celeste o azul claro. Sin embargo se ha determinado que el color es azul-celeste, para lo cual han sido enviadas a todas las provincias, establecimientos escolares, organismos públicos, embajadas, las instrucciones al respecto con el objetivo de unificar los colores.
