El “Bastón blanco” es un instrumento que identifica a los ciegos y deficientes visuales y le permite desplazarse en forma autónoma. Sus características de diseño y técnica de manejo facilitan el rastreo y detección oportuna de obstáculos que se encuentran a ras del suelo.
El bastón es una forma de integración social porque hoy los ciegos y los disminuidos visuales pueden desplazarse sin la ayuda de otras personas, a través de las técnicas de uso pueden desplazarse por sus propios medios en forma normal.
En Río Negro, Docentes de la Escuela Especial 7 hicieron una fiesta sin complejos,
Los maestros y algunos periodistas hicieron la experiencia de vendarse los ojos por unos minutos para intentar empatizar con la realidad de los no videntes.
“Cuando todo se pone negro, las voces se hacen más fuertes y sentís que todo se aleja”.
Por apenas diez minutos el periodista sintió la distancia que crea la ceguera y buscó un brazo guía para darse seguridad.
Quizás si miramos la ciudad que tanto queremos, con frecuencia, con carteles en la calle, baldosas sueltas, portones que se abren, con seguridad, deberíamos hacer un lugar para los invidentes.
Los especialistas advierten que el bastón blanco para los ciegos, y los verdes para los disminuidos visuales, es también para las que tenemos la oportunidad encontrarlos en la calle.
Cuando una persona ciega espera en una esquina: ponerse un paso a delante y ofrecerse sin agarrar. El invidente será quien se sujete.