"El retrato de Diana Spencer, princesa de Gales que nos ofrece Oliver Hirschbiegel en su última película hace resonar de manera singular esta confesión a la BBC cuando Diana desveló lo que había sido su matrimonio con Carlos. Hace resonar lo que Lacan había señalado a propósito del personaje de El arrebato de Lol V. Stein (la novela de Marguerite Duras) como una forma de ser a tres, que puede ser para el sujeto femenino una respuesta a la angustia suscitada por la inexistencia de La mujer.
"Para captar lo que ha sido el nudo de la vida de Diana, reina de corazones, el realizador se interesa por lo que sería lo más cercano al ser de Diana, más allá de la imagen y de la notoriedad de esta joven mujer. Para ello, nos muestra los dos últimos años de su vida, que adquieren un valor emblemático de su posición en la existencia.
"Es la de una Diana que ya no es miembro de la familia real, que tampoco es ya la mujer de Carlos, ni la madre de sus dos hijos más que de forma intermitente puesto que solamente los ve cada cinco semanas.
"Diana como una mujer buscando alejarse a su destino de sujeto rechazado y al mismo tiempo adulado, Diana, que ya no es de ninguna parte y que sin embargo recorre el mundo para hacer que se escuche algo de su deseo de salvarse salvando la vida de otros. Diana apátrida y ciudadana del mundo.
"Es pues un esbozo de Diana lo que nos muestra, Diana en la intimidad, cuando su existencia obedece a un latido significante que expresa tanto su ausencia como su presencia, la alternancia de momentos en los que es objeto de todas las miradas de la multitud y esos en los que es una mujer en la soledad de la falta en ser.
"Esta película responde a la de Stephen Frears, The Queen, cuyo tema, como en negativo, era también finalmente Diana, Diana como el elemento de más de la familia real, el que deja un vacío tras ella, reenviando a la reina a su propia torpeza.
"En el biopic de Hirschbiegel, es pues este ser a tres lo que se repite para Diana: primero un ser a tres con Carlos y Camila, luego un ser a tres con Hasnat, su amante y su familia pakistaní musulmana, que no podrá aceptar que su hijo cirujano despose a una princesa cristiana divorciada y finalmente, un ser a tres con Dodi y el ojo de los paparazzi, que ella sabe convocar para decir a aquel que ama que es el momento de que la alcance antes de que se aleje.
"Esta película nos muestra a través de la interpretación contenida de Naomi Watts -que fue la Diana Selwyn de (David) Lynch en Mulholland Drive, otra figura femenina atrapada en el ser a tres con otra mujer- que más allá de ese nudo, Diana deja tras ella una huella imborrable de su presencia en la historia de Inglaterra, pero también en la del siglo XX.
"Ella fue la que siempre se aventuró en terreno minado, una mujer que no reculó delante de esta zona sin límite ni frontera de la femineidad aunque no encontrara cómo salir del impasse de este ser a tres. Nos deja de ella este nombre, que ya no tiene necesidad de ningún nombre propio para decir quién era".
Fuente: Télam
