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SOCIEDAD

Dijo que su padre la violó, fue preso y era todo mentira

El hecho ocurrió en Córdoba, donde una adolescente denunció a su padre por abuso sexual aunque todo era el falso. Al parecer, la chica se sentía muy presionada porque éste era muy exigente en sus estudios. El hombre estuvo 20 meses detenido. Ayer quedó en libertad.
(DIARIOC, 31/10/2009) Jorge, un camionero cordobés de 42 años, salió llorando de la Cámara 6ª del Crimen de Córdoba y se abrazó con Analía, su esposa, que lo esperaba también llorando.

Acababan de absolverlo de una acusación aberrante, por la cual había pasado 20 meses en prisión, basado en una falsa denuncia: la violación de su propia hija, una chica que ahora tiene 19 años.

Pero todo había sido una mentira, una venganza de su hija porque "el hombre era demasiado recto y quería que sus hijas fueran personas de bien, que estudiaran y que honraran a la familia", relató a Clarín Claudia Mirele, la abogada defensora de Jorge.

En el pasillo frente a la sala donde se hizo el juicio, al hombre lo esperaba, además del resto de su familia, su hija mayor, quien lo había denunciado falsamente y quien durante la investigación y en el propio juicio dio marcha atrás con sus dichos.

"Realmente, la instrucción a cargo de la fiscal Liliana Abad fue pésima, con vicios procesales y fallas muy gruesas", disparó la abogada Mirele.

Al terminar el juicio, el fiscal de la Cámara, Marcelo Altamirano, quien había solicitado la absolución del acusado, expresó: "Fue un hecho desgraciado".

"En caso de que no haya secuelas físicas en la denunciante, la Justicia debe construir desde los indicios. La menor, luego de la denuncia, explicó que su padre era inocente. Pero en su momento se temió que la joven hubiera sido amenazada para que diera otra versión de lo sucedido", agregó.

El fiscal agregó que "esta persona estuvo detenida casi dos años en el penal de Bouwer. La pena probable para este tipo de delitos es de 8 a 20 años, pero por suerte los sensores de la Justicia funcionaron correctamente".

Sin embargo, la presunta víctima "nunca fue sometida a un examen forense y hasta le prohibieron que visitara a su padre", aseguró la abogada defensora.

En diciembre de 2007, la hija mayor, quien entonces tenía 17 años, le contó a su mamá que su papá la había estado abusando y violando desde el año 2003.

Analía, la esposa del acusado, quien concurría a una iglesia evangélica, le dijo a una predicadora lo que estaba pasando. Desde el templo le sugirieron hacer la denuncia.

El 7 de febrero de 2008, la Policía detuvo al camionero. "La principal bronca de la chica hacia su papá era el control estricto del hombre hacia sus cinco hijos", detalló la letrada.

Y agregó que "mi cliente es camionero, pero había llegado a la universidad y para alimentar a su familia dejó de estudiar. Entonces, quería que sus hijos estudiaran y que no fueran vagos. Era un padre rígido que ponía controles", detalló la abogada.

El detonante para que la hija denunciara a su papá fue una mezcla de venganza y celos: el le exigía que estudiara, le cuestionaba sus amigos porque a ellos no les iba bien en la escuela y encima ella le encontró en el celular un mensaje de texto de una mujer que no era su madre.

Cuando Jorge cayó preso, "sus familiares fueron visitados por miembros de la iglesia evangélica, quienes les dijeron que debían vender su casa y darles dinero porque ellos los habían ayudado a liberarse del peligro y estaban en deuda".

Incluso, durante la investigación, la suegra del padre sospechado declaró ante la fiscal Abad: "Yo tengo una corazonada, recibí un mensaje de Dios que me decía que algo pasaba en esa casa". Pero en el juicio negó haber visto alguna conducta sospechosa.

En medio del juicio y sin pruebas del abuso, el fiscal Altamirano le propuso a la defensora Mirele un acuerdo: "No quise, porque yo quería que también se cayera la acusación de la violación y Jorge se fuera con una absolución que limpiara su integridad moral. Y lo logramos".

Ayer, al salir de la sala de audiencias, Jorge se abrazó a su familia. Su hija mayor, la falsa acusadora, lo miraba llorando desde un banco. Al verla, el hombre se acercó, le tendió la mano y le dijo: "Vení hija, te perdono".(Telam)

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