Sin más palabras que una cálida y cordial bienvenida de Dimas Melfi, más la explicación de cuál es su inspiración a la hora de plasmar una obra, quedó abierta la muestra de este joven artista y arquitecto. Esta muestra representa “mi manera de saber dónde estoy parado hoy con lo que hago; es muy difícil centrarme en una sola cosa, porque utilizo varias técnicas y diversas temáticas, así que necesitaba encontrar un hilo conductor, un eje para todas esas imágenes recurrentes y a su vez un universo bastante amplio en cuanto a mi producción”, señaló.
“Siempre estoy hablando del té y por eso me pareció buena la analogía del té con el arte que hago, el té es un instante que se disfruta, como mis fotos, y las islas de azúcar que se disuelven y duran muy poco, por eso mi propuesta es congelar un momento, con una foto o un dibujo; yo creo que eso tiene mucha relación con lo que pasa en una simple taza de té, algo cotidiano y a la vez extraordinario”, se explayó Dimas.
Este artista visual, que además es arquitecto, aprendió de manera autodidacta, improvisando y hasta haciendo un quiebre con el dibujo técnico que aprendió primero en la escuela secundaria y después en la facultad. “Me manejo de una forma muy intuitiva e impulsiva, así llegué también al bordado, aprendí dos puntos y eso me basta para hacer lo que hago y también intervengo fotos con collage, bordado, con dibujos, hay un poco de cada cosa”, expresó el artista.
La muestra, curada por el artista y arquitecto Martín Bormann, permanecerá en el Museo de Bellas Artes (San Martín 316) hasta fin de mes y convocará a diferentes públicos a través de más eventos programados para que la comunidad conozca las obras de este joven artista catamarqueño.