Y es que las aguas de Río Calmo sólo se ven así en la superficie. Debajo, las corrientes son impredecibles y traicioneras; extremadamente turbulentas.
Un cuerpo.
Piel, pelos, uñas. Huesos, músculos, cartílagos.
Membranas, flujos, órganos, nervios, arterias, venas. Saliva, semen, heces, orina.
Sangre.
Un arma.
Aluminio, acero, plástico, madera. Cañón, gatillo, tambor. Balas.
Pólvora.
Dos planos. Siempre hay dos planos. El que da y el que recibe. El que habla y el que escucha.
Dos.
Quien uno es y quien elije ser.
De un lado, alguien empuña el arma. Del otro, alguien muere.
Dos: todo se determina por quién esté de qué lado.
Fuente: Télam