El diseño, que es extraño como pocos, fue creado con la intención de presentar un pequeño bote con dos filas de asientos y, abajo del agua, tiene una cápsula acristalada. Todo impulsado con un propulsor eléctrico.
El Ego, nombre que tiene el semisubmarino, tiene vidrios que son 200 veces más resistentes que los comunes y corrientes y manejarlo es muy simple. Tiene un acelerador y un volante que controlará su dirección.
Pero no vas a poder quedarte demasiado tiempo a no ser que tengas en mente naufragar porque la batería tiene una duración de ocho horas y para recargarlo lo único que hay que hacer es conectarlo a la corriente.
¿Cuánto? Si bien todavía no se informó el precio, no tengas duda que barato, seguramente, no será.
Fuente: minutouno.com.ar