"Hay algunas reglas: todos deben caminar detrás mío, no tenemos que separarnos bajo ningún concepto y no pueden correr, ¿alguna pregunta?", dice Mariana con autoridad y dulzura, a lo que los chicos -que ya habían sido advertidos sobre las normas durante el viaje en el micro- responden con ironía: "Pero podemos tocar todo, ¿no?".
Jonatan mira la inmensidad de las proporciones del MAR y le pregunta a Mariana: ¿Esto es gratis para todos?, ella sonríe y responde a todo el grupo: "Sí y pueden volver cuando quieran ya que está abierto de martes a jueves de 11 a 23".
Con los más chiquitos de la mano y los más grande custodiando que el grupo no se disperse, Mariana arranca la recorrida: el ascensor y la escalera mecánica son una tentación inmediata, pero la guía logra convencerlos de que es mejor comenzar por la Sala 1 de la muestra de arte Pop que está en la planta baja.
Al ingresar la "Habitación blanda" de Marta Minujín llama la atención de Matías: "¿Por qué hay tantos colchones?"; la guía explica la obra, quién es esta artista y enseguida Johana le explica a su hermana menor que "es la misma que hizo el lobo marino de la entrada".
Antes de entregarse a saltar en la habitación blanda -lo mismo que habían hecho varias personalidades el día de la inauguración del museo- los chicos corrieron de un lado a otro sobre las olas que conforman la instalación de Edgardo Giménez "Escenografía de los neuróticos".
Los materiales de las obras son el punto de mayor interés: "¿de qué está hecho?" es la pregunta estrella de estos recorridos que se realizan cada mañana, entre las 11 y las 13.
"Los chicos llegan hasta el museo en unos micros desde sus barrios de origen. Para ello hemos realizado un trabajo previo de coordinación con la municipalidad, los barrios y las organizaciones que trabajan en los territorios", detalló a Télam Susana López Merino, coordinadora del Programa de Inclusión del MAR.
De vasta trayectoria en el ámbito de la cultura (fue responsable del Teatro Auditorium y de la Villa Victoria Ocampo), López Merino aseguró que "cuando nosotros armamos este guión lo pensamos respetuoso de las obras y de los artistas pero sin mucha extensión y las preguntas de los chicos superan ampliamente el contenido".
Pero más allá de la visita al museo, el objetivo del programa es trascender estas visitas: "Queremos que esta sea una casa para todos, es una obligación ética y social de un museo de estas características estar lejos de ser para las elites".
Entre los proyectos de este programa, la especialista mencionó que "la próxima acción durante estas visitas es poder detectar a aquellos chicos interesados en el arte, con pasión, e invitarlos a participar de talleres de formación artística".
En el mismo sentido, Jorge Telerman, director del Instituto Cultural bonaerense, que gestiona el MAR, describió que "más allá de que la visita a un museo es estimulante en sí, el objetivo es que estas acciones se extiendan y para ello pensamos en generar un departamento educativo".
Desde este ámbito, Telerman explicó que "se buscará coordinar con la dirección de escuelas de la ciudad de manera que diferentes actividades en el MAR formen parte de la currícula", así como incorporar la visita al museo para los chicos de escuelas de otras localidades.
Sentados en los sillones de un living que se encuentra cerca de la entrada, los chicos del barrio Las Heras dieron también su aprobación al museo: "Pensamos que iba a ser aburrido, pero está bueno", resumió Evelin, mientras Melany por lo bajo le decía a su hermanito: "Vamos a decirle a mamá de volver otro día".
Fuente: Télam
