El Santo Padre mostró su cercanía a las personas que padecen enfermedades, en su mensaje recordándoles que no son inútiles sino, muy al contrario, «llamados por Cristo» para ser «su viva y transparente imagen». “Esta invitación a todos para que reconozcan en el rostro del hermano enfermo el Santo rostro de Cristo que, sufriendo, muriendo y resucitando, realizó la salvación de la humanidad”.