Esas identificaciones, relevadas por el Laboratorio del Sistema de Información Territorial (SIT) de la Estación Experimental "Obispo Colombres" (Eeaoc), a través de un monitoreo satelital y el uso de sensores remotos de calor, forman parte de un informe integral de la denominada Mesa de Gestión Ambiental para el Departamento Cruz Alta, integrada por representantes del INTA, productores cañeros del este, la Secretaría de Medio Ambiente y su área de Fiscalización Ambiental, y las direcciones de Flora, Fauna Silvestre y Suelos -Secretaría de Desarrollo Productivo- y Defensa Civil -Ministerio de Seguridad Ciudadana-.
El monitoreo se inició en 2004, aunque en 2009 se registró el pico máximo de quema en cultivos hasta ahora. Hace tres años, la superficie total afectada fue de 26.453 hectáreas (con 1.801 incendios), de la cual el 92% se detectó en lotes azucareros; la quema de caña representó menos del 50% del global.
Otro dato llamativo es que los focos de incendio se establecen cada vez más cerca de las ciudades altamente habitadas, considerándolos "potencialmente conflictivas". Por ejemplo, según el relevamiento, tres de las nueve "áreas calientes" se encuentran en Cruz Alta.
Por esa razón, la Mesa de Gestión Ambiental para el Departamento Cruz Alta lleva adelante desde 2010 un programa piloto para la erradicación progresiva de la quema en campos, que se aplica justamente en esa área.
"Buscamos evitar los incendios provocados en los cañaverales, de los cuales un porcentaje muy alto está fuera de la mano de los productores", afirma Manuel Ponce, asesor de productores de esa región y de Leales y miembro de la organización.
Otra raíz
El técnico recalca que los fuegos se producen en diferentes zonas, cuando el productor está cosechando en la zona este de la provincia, obligado por el deterioro de la materia prima a raíz de las heladas. "Pero se observa, contrariamente, que hay campos en la zona de pedemonte con caña ´verde´, pero quemada". Así, el asesor insiste en que los focos tienen otra raíz. "Eso no está en manos de los productores y esa situación perjudica al sector y a la población".
"Este año venimos con serios problemas. La condición ambiental, marcada por la sequía extrema del verano, hace que tanto los cañaverales como la maleza lindante a los lotes, sean vulnerables al fuego. Y esta vez ha coincidido con las vacaciones de invierno, lo que lleva a una mayor presencia de chicos que juegan en los campos", enfatizó.
Ayer, la prueba piloto de la Mesa de Gestión Ambiental, que incluye un plan de concientización social y de educación (implementada en centros de salud y escuelas de la zona), fue presentada en la Defensoría del Pueblo. Allí se puso sobre la mesa la revisión de la Ley provincial N° 7459, planteo respaldado por el ombudsman, Hugo Cabral. "Voy a hablar con el ministro del Interior (Osvaldo Jaldo) para que convoque a los comisionados comunales para tratar la problemática ambiental; no sólo por la quema, sino también por el tratamiento de residuos. Por otro lado, me comunicaré con el presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Legislatura para concretar un encuentro con la Mesa de Gestión Ambiental", adelantó Cabral. lagaceta.com.ar