Al menos, eso es lo que surge de las evaluaciones que realizan profesionales de la Dirección Provincial del Agua (DPA) y de Recursos Hídricos, encabezados por Desiderio Dodes.
El Gastona ha cambiado de cauce y ahora el 90% de su caudal corre por el curso del arroyo Batalla, informaron los técnicos.
Productores y otros lugareños, en un diálogo con LA GACETA, habían calculado que entre el 70% y el 80% de las aguas del Gastona se había desviado hacia el arroyo.
La magnitud del desmadre confirma los graves riesgos a los que se encuentran expuestos los más de 3.000 vecinos de El Molino y de otros parajes cercanos en caso de que se produjera una nueva creciente. También están amenazadas cientos de hectáreas con cultivos de arándano, limón, caña de azúcar y soja. En las respectivas cosechas se ocupan unos 32.000 obreros.
A merced del tiempo
“La cuestión es que el problema es gravísimo y por ahora sólo recibimos palabras de buena voluntad, pero nada de hechos concretos”, dijo Francisco Estrada, de la firma King Berry S.A. “Estamos a merced del tiempo. Si cayera una tormenta como la de la semana pasada, el panorama será catastrófico en toda esta zona. Queremos que se comience a trabajar ya mismo. Se tiene que tomar conciencia de que no hay tiempo para burocracias”, apuntó el empresario.
Los técnicos de Recursos Hídricos tienen previsto elevar hoy al ministro de la Producción, Jorge Gassembauer, las conclusiones del estudio llevado a cabo en el cauce del Gastona.
Luego se definirán las medidas por instrumentar. Los trabajos se concentrarán en el sector donde se desvió el río. Técnicos y maquinarias tendrán la difícil tarea de reencauzar el Gastona cuando todavía está crecido el cauce.
Como acción inmediata, los productores de arándanos de El Molino solicitaron a la Provincia mallas metálicas para construir gaviones al borde de sus propiedades. De esta manera pretenden resguardar las plantaciones ante una eventual creciente del arroyo devenido en río. Ellos están dispuestos a aportar mano de obra, piedras y maquinarias. Sin embargo, a pesar de los compromisos del Gobierno, hasta ayer no habían aparecido las mallas.
“No es momento de buscar culpables de lo que sucede, sino de trabajar para proteger a la gente y los cultivos antes de que sea demasiado tarde”, advirtió Estrada. “Es como si estuviéramos viendo una fruta madura, a punto de caer, y no ponemos la canasta para evitar que se destroce en el suelo”, reflexionó.
En tanto, el comisionado comunal de Alpachiri-El Molino, Juan Ramón Mazzuco, aseguró que es inminente el envío hacia el lugar de personal y maquinarias por parte del Gobierno para reencauzar el Gastona. “Hablé con autoridades del Ministerio de la Producción y está todo dispuesto para el inicio de los trabajos. Estos no empezaron aún porque los técnicos realizan los estudios pertinentes para determinar el tipo de labor y la forma en que se ejecutará”, explicó el funcionario. “Todos estamos preocupados; es una situación de emergencia y hay que resolverla lo antes posible”, aseveró.
Fuente/ lagaceta.com.ar
