El Consejo Nacional no prohibió al religioso estar con los niños debido a que no le envió chicos a su guarda, pero le reclamó preservar su "integridad psicofísica" y evitar "una innecesaria victimización derivada de un contradictorio vínculo personal".
Según la resolución, se "concentra en la misma persona un singular carisma con gravísimas imputaciones, lo que determina un peligroso desplazamiento de valores éticos constitutivos de la dignidad humana en el desarrollo infantil". (Télam).-