A Diana -la líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA) y activista del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL)- "se le reconoció el derecho a la identidad autopercibida cuando en 2012 recibió su DNI de manos de la presidenta Cristina Kirchner. Trabajó entre otras materias la sanción de la ley bonaerense que ella misma impulsó y que aseguraba un cupo mínimo de puestos laborales para trans, travestis y transgéneros en la administración pública provincial", recordó el organismo.
Desde el Consejo indicaron que las personas trans en Argentina tienen una expectativa de vida de 36 años, y que el colectivo es víctima, principalmente, de la violencia institucional y de los crímenes de odio.
"Redoblamos nuestro compromiso en las luchas iniciadas y en las que todavía nos quedan por encarar y convocamos a toda la sociedad a seguir adelante con el impulso que nos dejó Diana y no dar ni un paso atrás en las conquistas logradas", expresaron.
"Estamos convencidas de que todas las vías de militancia abiertas en las que participaba Diana (ampliación y reconocimiento de derechos, asistencia, justicia, protección, prevención y transformación social) están en el camino correcto hacia la erradicación de la violencia de género. En ese sentido, el Estado nacional articula medidas junto a organizaciones sociales para garantizar el pleno ejercicio de sus derechos, desde el más básico, a la identidad, hasta el derecho a una vida libre de violencias", sostuvieron.
Fuente: Télam