A través de la concreción de esta obra, se prevé motorizar nuevamente el desarrollo de localidades como El Salado, Cordobita, Cerro Negro, La Isla, entre otras, donde la población fue emigrando debido a la escasez de agua para riego fundamentalmente. A partir de esta iniciativa, se prevé –según estimaciones de pobladores- la plantación de alrededor de cien mil plantas de olivos entre las poblaciones actuales, sin tener en cuenta aquellas posibles plantaciones que pueden instrumentarse a través de emprendimientos privados foráneos.
En un tramo de su inspección, Brizuela del Moral aseguró que “se trata de una obra de canalización que prevé un metro cúbico por segundo de agua”, entendiendo que “desde el punto de vista hídrico y de riego directo a propiedades, es la más grande que se lleva a cabo en la provincia”. Y agregó: “Esta obra va a revitalizar todo el sur del departamento Tinogasta”.
Además, el mandatario explicó: “Va a significar revalorizar en sentido amplio estas tierras, volver a producir alfalfa para semilla, olivos, etc; incluso el desarrollo de producciones agrícolas y que, a partir de lo manifestado por los propios pobladores, les va significar un renacer nuevamente”.
Tras asegurar que a partir de las expectativas que ha generado esta obra, el mandatario comentó que algunos pobladores que supieron emigrar a han decidido regresar a su lugar de origen. “Se van dejar de lado la utilización de métodos manuales para el traslado de agua del río a las propiedades y fincas, posibilitando optimizar la precaria capacidad de riego actual”, indicó.
Características
De acuerdo a lo estipulado en el proyecto original, se trata de una sistematización prevista en alrededor cuarenta y cinco kilómetros, donde el agua cruza diferentes localidades posibilitando la recuperaron del riego propiamente dicha.
En su primera etapa, de veinte kilómetros aproximadamente, se ejecuta a través de dos empresas contratistas oriundas de Mendoza, con la utilización de alrededor de treinta obreros, de los cuales la mayoría son oriundos de la zona. A las obras de toma y distribuidoras de agua, se avanza en la ejecución de canales de riego de 2,80 metros de ancho en la parte superior y 1,80 en la parte inferior.
Los beneficios que posibilitará, entre otros aspectos, esta obra, permitirá abastecer de agua para riego con una mayor celeridad a los productores, reduciendo a seis horas de traslado de agua de las treinta que actualmente insume desde Andaluca a El Salado a través del cauce del río. Incluso, se podrá revertir la superficie de riego, donde en estos momentos una sola hectárea demanda alrededor de doce horas de regado en verano, lo que motiva que no se pueda disponer de ampliación de cultivos dada la insuficiente capacidad de agua.